viernes, 28 de mayo de 2010

LOS ÁNGELES DEL CIELO


Parece que Dios anda un poco escaso de personal, porque sino, no entiendo por qué tiene que llevarse ángeles de misión en la Tierra hacia el cielo antes de tiempo.


Mari Tere, la nuestra, la de las sonrisas, la de la conversación agradable, la de las cañitas cofrades, la del diálogo cercano, la de tantos y tantos ratitos, recostados en callejuelas estrechas, comentando el andar de un paso, el transcurrir de una hermandad a la par que compartiamos chascarrillos y risas, lágrimas y emociones.

Se ha marchado con su Esperanza y su Nazareno. Y nos ha dejado aquí, con tres palmos de narices, debiéndonos muchos buenos ratos, muchas sonrisas dibujadas en el cielo de la amistad, y muchas miradas repletas de ternura y más ternura.

En la Semana Mayor de este año se ha dado el lote, ha pasado por todas las hermandades, las que le han abierto la puerta, ha recibido mil muestras de cariño, como siempre, ha recibido mil abrazos y besos, como siempre. Pero ella quería disfrutar su Semana Santa, como queriendo decirnos que la siguiente iba a ser ya en otro lugar, que iba al palco celestial, en el palquillo de honor, con los grandes.

Ya os digo, probablemente Dios anda escaso de personal. Y está llamando a ángeles en misión especial en la Tierra para que suban a echar una mano por allí arriba. Y Mari Tere ha sido requerida para cumplir una nueva misión. Transmitir nuestros anhelos y deseos al Padre, y servir de enlace entre los que ha dejado aquí, y entre los que están allá, compartiendo la felicidad absoluta.

Disfruta tu nueva vida, Mari Tere Bustos...

P.D.: Aunque te has ido demasiado pronto...


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