miércoles, 5 de mayo de 2010

MADRUGÁ EN MOTRIL


Extracto del Pregón al Santísimo Cristo de la Buena Muerte del 2009.


Caminando con ternura,

Por tu Motril entristecido,

Que desea que tu pureza,

Derrames por todo el camino.


La Libertad de la plaza oscurecida,

Parece que te acoge con ternura,

Ante las miradas ciegas de una noche,

Que destila luto y dulzura.


Cardenal Belluga de baldosas,

Arrastrado esparto sordo,

De capuchones que desfilan sigilosos,

Con dolor rasgado bajo el rostro.


Canalejas en la plaza,

Luces rotas en la estancia,

Los balcones asomados,

Para ver tu bella estampa.


Cruz de Conchas hacia arriba,

Angostura heredada,

De un casco rancio y olvidado,

De un Motril de otras añadas.


A Pozuelo llega el paso,

Con ribetes de mudeza,

Esperando que sus fieles,

Ya desgarren la saeta.


En Garrido todo es calma,

Arboleda sosegada,

Que sutiles arropan tu cara,

Con sus flores que engalanan.


Ciprés regado de tu gracia,

Con ambiente de tristeza,

En la plaza abandonada,

De la vida desolada.


Milanesa es estrecha,

Como la senda de la vida,

Recoveco escondido,

Para rezar con el alma.


Vistabella nos acoge,

Y nos lleva en su regazo,

Con la luz enmudecida,

En el medio del camino.


Bustamante siempre espera,

Con tremenda impaciencia,

A que Cristo desembarque,

Y bendiga la plazuela.


En Cruz Verde la noche es ciega,

La tiniebla se hace canto,

Para recibir con respeto,

Al amado Hijo expirado.


Las Palmeras se rebosan,

De orantes silenciados,

Que observan doloridos,

La paz de tu rostro santo.

Emilio Moré se despliega,

Con palcos abarrotados,

Y palabras de misterio,

Que revuelan por las ondas.

Al final de la plazuela,

Se perfila el cableado,

Díaz Moreu siempre nos hace,

Que caminemos muy agachados.

Romero Civantos es ausencia,

Porque ya están en la Iglesia,

Los que viajan con nosotros,

El camino de la pena.

Plaza España es inmensa,

Qué pequeño se ve el paso,

Allí con calma reviramos,

Para subir la fría escalera.

Frente al templo surge lo mágico,

El silencio se desgaja,

En oración pura y sincera,

Y un Padre Nuestro que nos abraza.



Y otro año se ha cumplido,

Otro año se ha acabado,

Buena Muerte por las calles,

Derramando su presencia,

Encumbrando las callejas,

A avenidas de tristeza,

Elevando cada plaza,

A altares de pureza,

Acariciando cada alma,

Con gracejo y sutileza,

Para llevarla a la calma,

Para transmitirle firmeza,

Porque Él ha vuelto a salir,

Para hacer la noche día,

Para llenar miles de ojos,

De enjugadas pupilas,

Para demostrar una vez más,

La humildad del Poderío,

Y que sepa todo el mundo,

Desde el principio hasta el fin,

Que Tú siempre has sido y serás,

El Gran Señor de Motril.


Jesús Ortiz (Marzo 2009)

3 comentarios:

Luigi dijo...

Se te ve el plumero, bueno ¿y qué? jejeje

Frayle dijo...

Simplemente: sublime!

Noelia López dijo...

Este pregón fue para quitarse el sombrero, enhorabuena!!!